31 julio 2008

Sol y Torrijas

- Últimamente no me encuentro yo demasiado cristiana doctor.
- Señora Vicenta, está usted estupenda, salvo los típicos achaques de la edad y el azúcar, que le ha salido un poco alta en los análisis. Pero no se preocupe, que eso con una dieta un poco controlada se soluciona.
- ¿No me dirá usted que tengo que dejar de merendarme mis dos torrijas con café, no? Porque mire que es casi el único capricho que me consiento.
- Pues si le digo la verdad sería un buen comienzo. Tenga usted en cuenta que ya no es una moza y que hay que cuidarse, que a sus años cualquier tontería nos puede dar un buen susto.
- Ya, como al señor Paco. El hombre dejó de fumar porque le dijeron que el tabaco le llevaría a la tumba y a los seis meses el pobrecico nos dejó, y no por el humo precisamente, sino por un infarto fulminante que, dirá usted lo que quiera, pero seguro que le dio de los nervios que hizo a cuenta de no poder darle ni una calada a la pipa.
- Hombre señora, la cosa no es así exactamente...
- No, si yo no digo que usted no sepa de medicina, que se le ve que es usted la mar de listo y seguro que lo que me dice lo hace por mi bien. Pero como usted mismo ha dicho ya no soy una moza, y para cuatro días que me quedan que me entierren bien contenta y con el azúcar tan alta como haga falta.

Yo, como la señora Vicenta, pienso darle alegría al cuerpo como pueda y cuanto pueda, y para empezar me voy dos semanas de vacaciones al otro lado de la Península a cambiar de aires y rutina.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aupa! Estamos de vacaciones!!!
Carga las pilas.
Que os vaya bonito! A tí y al orris.
Besos

Me
(nos vemos pronto)

Anónimo dijo...

A disfrutar guapa!!!
Menuda pinta tienen las torrijas...