08 enero 2008

Tu risa

Me encanta su sonrisa, porque es sincera, cálida y porque, por pequeña que sea, saca a relucir molares, premolares, caninos e incisivos. Pero lo que realmente me encandila es su risa. Es de esas personas que ríe desde dentro, desde las tripas; ríe con la boca, los ojos, las manos, el estómago y hasta los pies si hace falta.

Como con casi todo lo que tiene que ver con ella, las medias tintas y la moderación no valen a la hora de reír. Sus enormes ojos color miel se hacen diminutos pero más brillantes si cabe de lo que ya son, las carcajadas surgen sonoras y poderosas, su cara se ilumina por completo e incluso se sonroja,... un auténtico placer para los sentidos.

Me doy cuenta de que aún tendrá que pasar algún tiempo antes de que esas carcajadas locas y descontroladas suyas vuelvan a alegrarnos la vida como antes, pero sé que tarde o temprano llegarán, y pienso estar en primera fila para no perderme ni una.

4 comentarios:

Ana dijo...

Haces bien y este escrito te quedó realmente muy chulo, no hay mejor contemplación que la felicidad en el rostro deseado, no te parece?

English Little Pills dijo...

Hola Ana,

Antes de nada, bienvenida al blog y gracias por el comentario. Acabo de pasarme a ver tus "escritos" y prometo que volveré a menudo.

Tú estas invitada a volver siempre que quieras.

Anónimo dijo...

Vaya, lo que es una risa sanota.

Bye

Javier Puche dijo...

Gracias, Suel, por tu visita a mi Puerta falsa. Celebro que te haya gustado. En cuanto disponga de tiempo, recorreré tu blog con parsimonia. Un saludo cordial.