21 diciembre 2009

La leyenda de los Tres Mundos III: Regreso a los orígenes.

A nuestra llegada a casa nos esperaban con todo preparado. En las cimas de los edificios humanos enormes mecanismos de madera y forja sirvieron de anclaje para las ansiadas nubes que darían de beber a hombres, mujeres y niños. En mitad de los campos de los Gigantes, ahora yermos y quemados, los escasos árboles habían sido dispuestos para acoger sus nuevas copas que vapor de agua que darían sombra y humedad a sus raíces con la esperanza de que el verde pudiera así abrirse paso a través de la arena.

Desde el primer día hubo que tomar fuertes medidas de precaución para evitar que los desesperados y los impacientes actos de unos pocos terminaran por destruir la salvación de la mayoría. Tras interminables debates y asambleas se acordaron una serie de reglas y normas que debían ser cumplidas por todos sin excepción bajo condena a muerte. La más importante de esas reglas, evidentemente, se refería al uso del agua.

Todas las noches se recogía el agua llorada por cada nube. Tres cuartas partes de esa agua se dedicaba al uso de los mortales, ya fueran Alados, Humanos o Gigantes. De esas tres cuartas partes se dio prioridad al riego de los campos y el abastecimiento de fuentes públicas de los habitantes de los mundos inferiores. Nosotros tan sólo necesitamos humedecer nuestras alas con cierta frecuencia para evitar que se estropearan. El último tercio de agua recolectada se usaba para regar a la nube productora y mantenerla así tan cuidada como permitía la situación.

Llevó mucho tiempo, demasiado para algunos, pero los esfuerzos al fin se vieron recompensados en forma de flor. A los pies de algunos árboles milenarios el verde ganó terreno a la arena y una explosión de colores ya casi olvidados nos golpeó a todos. No mucho después una nueva sorpresa hizo que nuestros ánimos se fortalecieran aún más: al fin, después de tantas décadas, dos nubes libres fueron divisadas sobrevolando la zona este del río.

Recuerdo que ese día como si fuera ayer porque ese fue el día en el que las hojas secas de mis alas y las de los míos dejaron de caer. Comprendimos entonces que habíamos sido perdonados por nuestros salvajes actos de tiempo atrás en el Último Valle. Aquellos fueron los días de la esperanza.

Han pasado miles, puede que millones de años, y aún hoy en día luchamos contra la arena, pero los ríos de los Gigantes han vuelto a fluir, sus huertos crecen década tras década y las construcciones Humanas se expanden hacia el Norte sin mayores problemas. Las nubes capturadas por los míos fueron puestas en libertad hace tiempo, pero nunca se alejaron demasiado. Creo que entendieron porqué les hicimos aquello y quisieron quedarse cerca por si las necesitábamos de nuevo.

Las cosas vuelven poco a poco a su estado anterior a los Tiempos del Caos, incluidos los límites entre los mundos. Ya tan apenas se mezclan Gigantes y Humanos, y los Alados ya no necesitamos humedecer nuestras alas en tierra. Me resulta curioso ver que todo está cambiando para volver a ser igual que era, por eso sigo dejándome posar en la cima de esta colina cada mañana para comprobarlo.


Esta imagen y el resto de las imágenes incluidas en en cada una de las tres partes de "La leyenda de los tres mundos" pertenecen a una la colección de cuadros de Isabel Ortiz de Landzuri que sirvieron de inspiración para escribir dicho relato. Algunos de estos cuadros ya los podeis ver en su blog http://timmytimone.blogspot.com/, los demás irán apreciendo por allí poco a poco, tened paciencia.

18 diciembre 2009

La leyenda de los Tres Mundos II: La búsqueda de las Nubes.

Jamás se había visto que los Alados caminaran por el suelo; Nunca antes los Gigantes se habían acercado a las construcciones de los hombres de aquella manera; Nunca los Humanos habían tenido el valor necesario para aventurarse en los inmensos campos abiertos de los Gigantes. Por primera vez trabajamos unidos convencidos de nuestro triunfo sobre la arena, pero por desgracia nuestros esfuerzos fueron en vano.

Impotentes tuvimos que ver como la arena no sólo no desaparecía, sino que continuaba su camino enterrando las calles asfaltadas, los campos cultivados y los ríos cristalinos. Resultó entonces evidente que nada podía escapar a aquel lento y agónico avance. La consecuente escasez de agua provocó que los cultivos aún a salvo se secaran y los alimentos comenzaran a escasear. De las fuentes ya no manaba nada que no fuera un barro denso y salado, e incluso nuestras alas se acartonaron por la falta de humedad.

Tal fue la desesperación de los tres mundos que no nos quedó alternativa. Por primera vez rompimos las leyes. Los Gigantes prepararon sus árboles milenarios y los Humanos pusieron su maquinaria a trabajar mientras nosotros nos dispersamos por los cielos. Volamos más allá de lo que habían llegado jamás nuestros antepasados y cargamos todo el camino con las herramientas que necesitaríamos para cumplir con nuestra parte del trato una vez llegado el momento.

Hicieron falta varias semanas, pero al fin las encontramos. Tal y como los Gigantes pronosticaron, las Nubes nos esperaban desprevenidas en el Último Valle. Aquel era el paisaje más bello que estos ojos hayan visto: como un enorme manto de algodón, las Nubes parecían dormir en calma dejándose acurrucar por las laderas de las colinas. Durante horas nos quedamos allí, inmóviles, conmovidos por la belleza de lo que veíamos y paralizados por el terror a lo que estábamos a punto de hacer.

Fue más difícil que cualquier otra cosa que nadie haya hecho jamás. No fue una simple recolección como pensamos que sería, sino una colosal batalla entre los mortales y los inmortales. Tras días de lucha, exhaustos y heridos, al fin logramos atrapar tantas nubes como éramos capaces de transportar. Algunas fueron arrastradas con sogas y arneses, otras envueltas en enormes velas de navíos que se desquebrajaban cuando las cautivas nubes se defendían intentando huir de aquel extraño corsé.


Aquellos fueron los días del miedo.

Imagen: "Nube atada" de Isabel Ortiz de Landzuri http://timmytimone.blogspot.com/

16 diciembre 2009

La leyenda de los Tres Mundos I: La llegada de la Arena.

Cada mañana me dejaba posar en la cima de la colina y lo que veía no era ni la sombra de lo que debía ser. Las antiguas construcciones de los Humanos, los espacios abiertos de los Gigantes y los cielos de los míos habían cambiado de tal forma que era difícil reconocerlos. Hubo un momento en el que ni siquiera éramos capaces de decir donde empezaban unos y donde terminaban los otros.

Aquellos fueron los Tiempos del Caos.

Todo empezó cuando, de forma repentina, el viento comenzó a soplar violentamente en dirección contraria a su sentido natural. No sabría explicar como, pero en tan solo unas horas el Norte y el Sur ya no eran tales, mientras que Este y Oeste se convirtieron en palabras sin sentido alguno. Los paisajes se difuminaron y cielo y tierra se fundieron en uno. Los traslados se complicaron y cada tribu de cada uno de los tres mundos quedó repentinamente aislada de todo cuanto le rodeaba.

Pasó más tiempo del que los Humanos puedan contar cuando el viento cesó al fin. Fue en aquellos días cuando yo empecé a posarme en esta colina y cuando todos descubrimos con espanto que durante las ventiscas la arena lo había invadido prácticamente todo. Nosotros aún podíamos movernos libremente por nuestro medio, pero Humanos y Gigantes se vieron superados por la situación.

Las construcciones sufrieron daños irreparables, las calles se volvieron intransitables y todo esfuerzo por limpiarlas fue inútil ya que las montañas de arena acumuladas en las afueras cada noche volvían a estar esparramadas por las calles a la mañana siguiente. Los campos tampoco parecían haber corrido mejor suerte por lo que se podía ver desde mi puesto de vigía. Las verdes praderas y los ríos que las regaban apenas se diferenciaban unos de otros. La arena había avanzado también en aquellas regiones sin hacer distinciones de ningún tipo.

Fue como si la mitológica Nada hubiera empezado a tomar posesión de cada metro cuadrado de los mundos inferiores. Era una Nada que había cambiado su temida negrura por unos embriagadores tonos tostados pero que había mantenido intacto su colosal poder de destrucción.

Tal vez porque temimos que la arena viniera por nosotros una vez terminada su labor en la tierra, o tal vez porque nos conmovió lo que vimos, decidimos entonces descender donde no lo habíamos hecho nunca y ofrecer nuestra ayuda a aquellos con los que ni tan siquiera habíamos hablado antes.


Aquellos fueron los días de la incertidumbre.

Imagen: Detalle de "Desedificios" de Isabel Ortiz de Landazuri http://timmytimone.blogspot.com/

04 diciembre 2009

Manifiesto por la defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, algunos periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet han manifestado su firme oposición al proyecto declarando que:
1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

NOTA: Este manifiesto fue redactado de forma conjunta por periodistas, bloggers e internautas, en una larga sesión de debates on line durante la pasada tarde-noche del 2 de diciembre.
El debate queda abierto. Opinen ustedes libremente.